miércoles, 18 de enero de 2012

MODULACIONES DE NUNCA ACABAR. CUENTOS HIPERBREVES

FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES (Cuba/España)
Aplicación reciente de su Sistema Modular
de Creación.
ciinoe@hotmail.com


ÉL, ELLA Y LA INVISIBILIDAD

La ciudad tiene muchos invisibles. Los invisibles con frecuencia se hallan solos. No parecen existir. Al menos no existen para los otros habitantes. Él se pregunta, en medio del proceso en aumento de su invisibilidad, ¿cuándo había comenzado a ser invisible para ella? Decide que es inútil preguntárselo a sí mismo. Y decide que para ella será más difícil aceptar que su propia invisibilidad se extienda a las percepciones de él. “Creí que te habías ido”, dice él sin matices, levantando la cabeza del plato, y mirando más allá de ella.


ÉL, ELLA Y LA INVISIBILIDAD DE NUNCA ACABAR

La ciudad tiene muchos invisibles. Los invisibles con frecuencia se hallan solos. No parecen existir. Al menos no existen para los otros habitantes. Él se pregunta, en medio del proceso en aumento de su invisibilidad, ¿cuándo había comenzado a ser invisible para ella? Decide que es inútil preguntárselo a sí mismo. Y decide que para ella será más difícil aceptar que su propia invisibilidad se extienda a las percepciones de él. “Creí que te habías ido”, dice él sin matices, levantando la cabeza del plato, y mirando más allá de ella porque la ciudad tiene muchos invisibles…


ELLA REPRESA UN RÍO
Y ÉL NO LO ADVIERTE

Cómo lo desea. Ella tiene la cabeza bien poblada y ha descifrado que él es inarmónico, incongruente, inconsistente e insustancial. Cómo lo desea. El deseo la sorprende, asalta, corroe. Cierto que ella se contiene y él no advierte como el deseo la despoja de su espejo interior, su propia dignidad, su certeza de que lo relevante son sensibilidad e intelecto, no la química irracional. Cierto que ella no le va para encima, no le arranca la ropa, no lo devora. Cómo lo desea. Se contiene cuando anhela poseerlo. Y se odia por contenerse. Y lo odia a él tan limitado, previsible, irrelevante. Cómo lo desea. Ella está enloqueciendo de tanto ser un precipicio que no pierde sus bordes, de tanto que represa un río destinado a cascada.


ELLA REPRESA UN RÍO
Y ÉL NO LO ADVIERTE AUNQUE NO ACABA

Cómo lo desea. Ella tiene la cabeza bien poblada y ha descifrado que él es inarmónico, incongruente, inconsistente e insustancial. Cómo lo desea. El deseo la sorprende, asalta, corroe. Cierto que ella se contiene y él no advierte como el deseo la despoja de su espejo interior, su propia dignidad, su certeza de que lo relevante son sensibilidad e intelecto, no la química irracional. Cierto que ella no le va para encima, no le arranca la ropa, no lo devora. Cómo lo desea. Se contiene cuando anhela poseerlo. Y se odia por contenerse. Y lo odia a él tan limitado, previsible, irrelevante. Cómo lo desea. Ella está enloqueciendo de tanto ser un precipicio que no pierde sus bordes, de tanto que represa un río destinado a cascada porque cómo lo desea…
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